Tanto los longobardos como los francos vestían como los antiguos germanos y su prenda principal era una túnica corta ceñida al talle sobre una prenda interior con mangas largas. Los reyes o jefes principales lucían un manto abrochado por delante sobre el hombro derecho. Los guerreros se protegían con una coraza de placas metálicas y durante las campañas invernales se cubrían con mantos de piel. Protegían su cabeza con cascos de metal, y a veces con una especie de capucha para resguardarse del frío. Los longobardos sabían trabajar muy bien el hierro y hacían joyas con este metal.
0 comentarios:
Publicar un comentario